miércoles, 13 de mayo de 2009

Tema 2: La Naturaleza


Esta obra es del pintor impresionista Camille Pissarro, se llama Camino a Louvenciennes

La naturaleza, es un descubrimiento o una invención del siglo XIX, desde el romanticismo, al impresionismo la experiencia de la naturaleza adquiere relevancia. Incluso algunos escritores como Stendhal, Flaubert, Gautier o Nerval publican sus “diarios” de viajes. Excursiones diríamos nosotros

Aquí va un dialogo escrito por Oscar Wilde (escritor inglés, en realidad nació en Irlanda) en el que dos personajes exponen sus experiencias de la naturaleza

Fragmento de La Decadencia de la mentira
Personajes: CYRIL y VIVIAN; Lugar de la escena: Biblioteca de una casa de campo en el condado de Nottingham.
Cyril—(entrando por la puerta-balcón abierta de la terraza)
No esté usted encerrado todo el día en la biblioteca, mi querido Vivian. Hace una tarde encantadora y el aire es tibio. Flota sobre el bosque una bruma rojiza como la flor de los ciruelos. Vayamos a tumbarnos sobre el césped, a fumar cigarrillos y a gozar de la Naturaleza

Vivian.
¡Gozar de la Naturaleza! Tengo el gusto de comunicarle que he perdido esa facultad por completo. Dicen las gentes que el Arte nos hace amar aún más a la Naturaleza, que nos revela sus secretos y que una vez estudiados estos concienzudamente, según afirman Corot Constable, descubrimos en ella cosas que antes escaparon a nuestra observación. A mi juicio, cuanto más estudiamos el Arte, menos nos preocupa la Naturaleza. Realmente lo que el Arte nos revela es la falta de plan de la Naturaleza, su extraña tosquedad, su extraordinaria monotonía, su carácter completamente inacabado. La Naturaleza posee, indudablemente, buenas intenciones; pero como dijo Aristóteles hace mucho tiempo, no puede llevarlas a cabo. Cuando contemplo un paisaje, me es imposible dejar de ver todos sus defectos. A pesar de lo cual, es una suerte para nosotros que la Naturaleza sea tan imperfecta, ya que en otro caso no existiría el Arte. El Arte es nuestra enérgica protesta, nuestro valiente esfuerzo para enseñar a la Naturaleza cuál es su verdadero lugar. En cuanto a eso de la infinita variedad de la Naturaleza, es un puro mito. La variedad no se puede encontrar en la Naturaleza misma, sino en la imaginación, en la fantasía, en la ceguera cultivada de quien la contempla.

CYRIL: Bueno, pues no mirará usted el paisaje. Se tumbará sobre el césped para fumar y charlar, exclusivamente.

VIVIAN: ¡Es que la Naturaleza es tan incómoda! La hierba dura y húmeda está llena de asperezas y de insectos negros y repulsivos. ¡Por Dios! El obrero más humilde de Morris* sabe construir un sillón perfectamente cómodo como no podrá hacerlo nunca la Naturaleza. Y ésta palidece de envidia ante los muebles de la calle «que de Oxford tomó el nombre», como dijo feamente ese poeta favorito de usted. No me quejo de ello. Con una Naturaleza cómoda, la Humanidad no hubiera inventado nunca la arquitectura; y a mí me agradan más las casas que el aire libre. En una casa se tiene siempre la sensación de las proporciones exactas. Todo en ella está supeditado, dispuesto, construido para uso y goce nuestros. El propio egoísmo, tan necesario para el sentido auténtico de la dignidad humana, proviene en absoluto de la vida interior. De puertas afuera se convierte uno en algo abstracto e impersonal, nuestra individualidad desaparece. Y, además, ¡es tan indiferente y tan despreciativa la Naturaleza! Cada vez que me paseo por este parque me doy cuenta de que le importo lo mismo que el rebaño que pace en una ladera o que la bardana que crece en la cuneta. La Naturaleza odia a la inteligencia; esto es evidente. Pensar es la cosa más malsana que hay en el mundo, y la gente muere de ello como de cualquier otra enfermedad. (...) mejor hará usted en volver a su fastidiosa e incómoda Naturaleza y dejarme corregir estas pruebas.
* William Morris 81838-1896)Poeta, pintor, diseñador y crítico de arte. Renovó la industria del arte


A continuación unos fragmentos de un poema de William Wordsworth (1770-1850) Poeta Inglés, precursor de este sentimiento por la naturaleza, que adquiere su intensidad en el siglo XIX

Versos

¡Cinco años han pasado, cinco veranos ,largos
como cinco inviernos!, y otra vez oigo
estas aguas que caen de sus montañeras fuentes
con un suave murmullo de tierra adentro. Una vez más
contemplo estos empinados y altos riscos,
que sobre un agreste y apartado sitio imprimen
pensamientos de mas honda intimidad, y unen
el paisaje con la quietud del cielo.
Ha llegado el día en que otra vez reposo
aquí, bajo este oscuro sicomoro, y miro
estas parcelas de campestres casas, estos huertos de frutales,
que en este tiempo, con sus inmaduros frutos
se visten de un solo verde y se pierden
entre matorrales y arboledas (…)


Luego el poeta habla de el efecto que han tenido para el estas experiencias
cuando se encontraba en la ciudad

Estas hermosas formas,
en una larga ausencia, no han sido para mí
como un paisaje a los ojos de un ciego;
sino que a menudo, en habitaciones solitarias y en medio del ruido
de pueblos y ciudades, les he debido,
en horas de fatiga, sensaciones gratas,
sentidas en la sangre, y sentidas en el corazón,
y pasando aún ha mis mas pura mente
con restauración tranquila (:…)
hasta que, casi suspendidos el aliento de este marco corporal
y aun el movimiento de nuestra humana sangre,
se nos duerme el cuerpo, y nos volvemos una viviente alma,….







Esta otra pintura es de Constable. En nuestros días circula mucha pintura como ésta: el camino, la arboleda, el arroyo, etc. ¿las han visto? Son imitaciones muy burdas